Ministro,
cuéntenos su visión sobre la vivienda y la ciudad en Colombia. ¿cuál es su
diagnóstico?
En Colombia, el sueño de tener vivienda propia no
se encuentra al alcance de todos. Hoy por hoy, el 5% de nuestros hogares, que
agrupan entre el 15% y 20% de nuestra población total, carece de vivienda. Así
las cosas, más de 10 millones de colombianos no han podido materializar el
sueño de tener casa propia y de contar con un activo que los respalde tanto en
sus proyectos familiares como en la vejez.
Esta problemática de no poder acceder a casa propia
es particularmente intensa en las familias de ingresos más bajos, los cuales
deben utilizar más de 7 de cada 10 pesos que ganan para pagar sus arriendos.
Esta carga excesiva les hace prohibitiva casi toda posibilidad de ahorrar para
la cuota inicial de lo que sería su casa propia.
Por su parte, en cuanto a las ciudades, la
desactualización en los Planes de Ordenamiento Territorial en la mayoría de
municipios está dificultando el crecimiento ordenado y sostenible de los
territorios urbanos, con implicaciones en todos los sectores productivos, en la
calidad de vida de los habitantes y la competitividad de las ciudades como tal.
¿Cuáles son las metas en materia de vivienda y
ciudad del Gobierno Nacional para los próximos cuatro años?
Como Gobierno Nacional nos hemos impuesto metas
ambiciosas pero realizables en materia de vivienda, ciudad y territorio para
este cuatrienio. Para lograrlo, en sintonía con nuestro objetivo misional de
reducir el déficit habitacional en el país y en línea con los pilares de
Legalidad, Equidad y Emprendimiento que caracterizan nuestro plan de gobierno,
hemos diseñado un conjunto de iniciativas con el propósito de otorgar
soluciones de vivienda digna para miles de colombianos.
Nuestros planes para los próximos cuatro años
incluyen: (i) la iniciación de 1.040.000 viviendas, (ii) la introducción de 600
mil mejoras integrales con el programa “Casa Digna, Vida Digna”, (iii) la
cobertura a 200 mil beneficiarios a través de “Semillero de Propietarios”, (iv)
la habilitación de 16.000 hectáreas para suelo urbanizable y (v) la
actualización de más de 100 planes de ordenamiento territorial.
Estas tareas nos ilusionan e impulsan a trabajar
decididamente en la reducción del déficit cuantitativo y cualitativo de
vivienda, atendiendo de la mejor manera las demandas en materia de política de
ciudad y territorio, fin último de este Ministerio.
¿Cuáles serán
los programas y estrategias asociados al cumplimiento de esas metas?
En los primeros dos meses y medio de gobierno hemos
anunciado dos de los programas que nos ayudarán con el cumplimiento de nuestras
de las metas. El primer programa, “Semilleros
de Propietarios”, es una
de nuestras grandes apuestas para el
próximo
cuatrienio, no solo para reactivar el sector edificador, sino para mejorar la
calidad de vida de los colombianos de menores ingresos y promover la
formalización en el país.
En términos generales, Semillero de Propietarios es un
programa de arrendamiento social con opción de compra que otorga un subsidio
familiar de vivienda durante 24 meses a hogares cuyo nivel de ingreso es
inferior a dos salarios mínimos. La iniciativa cuenta
con dos grandes momentos: en el primero, el Gobierno aporta $350 mil pesos
mensuales para subsidiar el canon de arrendamiento y el hogar se compromete a
ahorrar $200 mil pesos mensuales en una cuenta con destinación específica para adquisición de vivienda y a pagar de
manera cumplida tanto el valor mensual arriendo como de los servicios públicos.
Durante estos 24 meses, los beneficiarios del programa no
solo obtienen una solución de vivienda digna e ingresan al mercado de
arrendamiento formal, sino que generan un historial crediticio mediante el pago
oportuno de su arrendamiento.
En el segundo momento, los
beneficiarios pueden ejercer la opción de compra de la vivienda que han
habitado durante estos 2 años o, si así lo prefieren, podrán adquirir otra
vivienda, pues el monto de ahorro previamente acumulado contribuirá al pago de
la cuota inicial. Así las cosas, los hogares
automáticamente podrán aplicar al Programa “Mi Casa Ya”, pues gracias a
Semillero de Propietarios estarán incluidos financieramente.
El segundo programa: “Casa Digna, Vida Digna” responde a la
imperiosa necesidad de reducir el déficit cualitativo
de vivienda que aqueja a aproximadamente 4 millones de colombianos. Esta
iniciativa consiste en una secuencia escalonada de intervenciones que se adapta
a las necesidades particulares de mejoramiento de cada hogar. Así pues, este
programa ofrece apoyo a la titulación, conexiones
intradomiciliarias, intervención física de la vivienda y mejoramiento del
entorno. Nos hemos planteado lograr 600 mil mejoramientos con esta iniciativa.
Así pues, con estas dos
políticas avanzaremos, de manera decidida, en la reducción tanto del déficit
cuantitativo como del déficit cualitativo de vivienda, otorgando así soluciones
de vivienda digna para millones de colombianos, aportando de manera considerable al objetivo de
construir un país de propietarios, premisa de nuestro Gobierno.
¿Cuál será el impacto de esos programas en el
desarrollo del sector y crecimiento económico del país?
Con este plan ambicioso queremos que la construcción vuelva a ser uno de
los primeros renglones en la economía colombiana, por eso estimamos una
recuperación sostenible del sector vivienda del 4% en el segundo semestre de
2018 y de un 4,8% al término del año 2019.
Con nuestras seis metas proyectamos un mayor dinamismo del sector de la
construcción, particularmente del subsector de edificaciones, así como una
reducción en la tasa de desempleo nacional, que llegaría al 9,5% como
consecuencia de la recuperación sectorial.
¿Por qué el arrendamiento debe ser una nueva
estrategia para garantizar el acceso a la vivienda formal en el país, y cómo es
que eso ayuda a abrir nuevas oportunidades de inversión en el sector?
Existe una realidad desconocida para
muchos: pese a que Colombia tiene una de las mayores tasas de arrendamiento en
el mundo, la calidad de estas viviendas suele ser muy baja y el arrendamiento
informal es muy alto, donde el 44% de los hogares que viven en arriendo, no
necesariamente lo hace en condiciones adecuadas.
Esta
cifra supera por mucho al promedio de países con un nivel de desarrollo similar
al del país como lo son Perú y México cuyas tasas de arrendamiento son del
orden del 13%. Adicionalmente, el grueso del déficit cualitativo nacional se
concentra en arrendamiento, donde se presenta un nivel de déficit del 25%, en
comparación al 9% observado en las viviendas propias.
Además,
el arrendamiento en Colombia es relativamente caro. Esta condición es
particularmente cierta para los hogares de bajos ingresos, ya que estos pagan
un canon de arrendamiento de 1,2% sobre el valor de la vivienda. En
contraposición al 0,4% pagado por los hogares de más altos. Por último, los
hogares colombianos con menores ingresos destinan el 71% de su ingreso a
arriendo, en comparación al 12% destinado por los hogares con mayor ingreso. De
lo anterior se deriva, en parte, que los hogares con menores ingresos y que
viven en mayores condiciones de informalidad deben pagar una prima de riesgo
que puede llegar, aun, a duplicar el valor del arriendo.
Así las cosas, programas de
arrendamiento social como “Semillero de Propietarios”, no solo permiten que sus
beneficiarios obtengan una solución de vivienda digna e ingresen al mercado de
arrendamiento formal, permitiéndoles bancarizarse y generar historial
crediticio; sino que además, genera los incentivos necesarios en la industria
para dinamizar el mercado de arriendo en el país.
Todavía existe un alto déficit habitacional
cualitativo en el país, ¿cuál cree que sea el impacto y cómo está orientada la
estrategia para el desarrollo del programa Casa Digna, Vida Digna?
Como lo dije anteriormente, cerca de 4 millones de
colombianos, es decir, más del 10% de la población, habita aún en viviendas con
condiciones inadecuadas en zonas urbanas, carencias
habitacionales que se concentran principalmente en hogares de bajos ingresos e
inciden en el aumento de la pobreza multidimensional.
En este contexto, estamos seguros de que “Casa Digna, Vida
Digna” responderá adecuadamente a la imperiosa
necesidad de reducir este déficit cualitativo de vivienda. Esta iniciativa recoge las experiencias más exitosas de este tipo
a nivel mundial. A través de los 600 mil mejoramientos, basadas en apoyo a
la titulación, conexiones intradomiciliarias,
intervención física de la vivienda y mejoramiento del entorno, impactaremos la
vida de más de 1,3 millones de colombianos que saldrían de la pobreza
multidimensional, pasando de un nivel del 17% al 14,4%.
En noviembre el Presidente, Iván Duque, lanzará el
programa oficialmente.
¿Cuáles
son las estrategias en materia de ciudad y ordenamiento territorial que se van
a liderar desde el Ministerio de Vivienda, que además ayudarán a fortalecer la
planificación urbana en los municipios del país?
Los retos al interior de las ciudades se asocian
con la necesidad de optimizar el uso del suelo urbano para mejorar las
condiciones de vida de los ciudadanos. Entre las grandes metas que nos hemos propuesto para el
cuatrienio se encuentra precisamente la actualización
de 150 Planes de Ordenamiento Territorial. En el Ministerio consideramos que la
actualización de estos planes es de vital importancia, no solo para lograr una
identificación adecuada de la vocación, uso y manejo del suelo, sino para
avanzar en la habilitación de las 16 mil hectáreas de
suelo urbanizable, otra de las grandes metas de Gobierno.
Sin embargo, sabemos muy bien que la actualización de los POTs
es tan solo un componente de un objetivo más ambicioso: crear un Viceministerio
de Ciudades que nos permita tener una verdadera política de gestión integral de
ciudad. Contar con un Sistema de Ciudades claro y sencillo tiene enormes
virtudes en términos de competitividad, provisión de bienes y servicios
públicos, ordenamiento territorial y mejoras en la movilidad.
Ahora bien, a nivel supramunicipal persiste el reto
de generar sinergias para aumentar la productividad, la especialización de las
ciudades y la consolidación del sistema de ciudades. Para lograrlo, las
estrategias se orientan hacia la priorización y cooperación para la
construcción de equipamientos municipales y supramunicipales de apoyo a los
proyectos productivos, y también hacia la priorización de proyectos de acceso a
ciudades, y el mejoramiento de la conectividad física y digital entre estas.
Sabemos que el acceso a servicios
públicos es fundamental para el mejoramiento habitacional de los hogares y la
habilitación de suelo para el desarrollo urbano formal, ¿cuáles son las
principales acciones que ha trazado el Gobierno Nacional en materia de
servicios públicos domiciliarios?
Aumentar la cobertura, el acceso, la calidad y la
gestión eficiente del recurso hídrico es la misión que nos ha dado el
presidente Iván Duque, por eso esperamos tener inversiones por $1,92 billones
de pesos para el cuatrienio.
Estas inversiones apoyarán la financiación de 241
proyectos de acueducto y alcantarillado, con los cuales aumentaremos la
cobertura en dichos servicios. También se gestionarán 46 proyectos de
tratamiento de aguas residuales, 19 módulos de pilas públicas de acueducto en
zona rural (con énfasis en el departamento de La Guajira), 42 proyectos para el
manejo de residuos sólidos y el restablecimiento de los servicios de acueducto
y alcantarillado en Mocoa, entre otros.
En resumen, tenemos tres grandes metas para el cuatrienio:
(i) lograr que 1,8 millones de colombianos puedan acceder por primera vez a
agua potable; (ii) lograr que 2,4 millones puedan
acceder por primera vez a un servicio de alcantarillado y (iii) mejorar la
calidad del agua en 222 municipios. Para lograrlo, nos hemos propuesto robustecer la
institucionalidad en torno al agua, lo cual pasa necesariamente por mejorar la
estructuración técnica y financiera de los proyectos y fortalecer a los
operadores. Para ello, vamos a crear una
agencia
nacional
de agua,
una entidad con la que realizaremos una gestión integral del recurso hídrico y
garantizaremos la coordinación interinstitucional que tanto requiere este
sector.
Adicionalmente, como introducción a la
entrevista queremos contar un poco de su vida, entonces le agradecemos si nos
puede enviar un perfil y las aspiraciones o retos que tiene en el Ministerio.
El
Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón, es el miembro más
joven del gabinete del presidente Iván Duque. A sus 34 años cuenta con una
amplia experiencia, tanto en la academia como en el sector público y
privado.
Es
economista graduado con honores de la Universidad Nacional de Colombia y cuenta
con una segunda carrera en Administración de empresas en London School of
Economics. Adicionalmente, cuenta con una maestría en Política económica de
Columbia University, una maestría en Finanzas de la Universidad de Barcelona y
un PhD en Economía de Tilburg University.
Se
ha desempeñado como profesor universitario durante 12 años, 10 de ellos en la
Universidad Nacional, donde recientemente fue ganador del concurso docente que
lo acredita como profesor de planta. También ha dictado más de 50 cursos de
pregrado y maestría en universidades como: La Javeriana, El Externado, Los
Andes y el CESA. Es autor de 5 libros (uno en impresión), decenas de ensayos
académicos en revistas nacionales e internacionales y cientos de columnas de
opinión en diarios como La República y Portafolio.
Antes
de asumir el liderazgo del Ministerio, fue Vicepresidente Técnico de
Asobancaria durante 4 años. Así mismo, fue miembro de las juntas directivas del
Fondo Nacional de Garantías, la Unión Latinoamericana para la Vivienda
(Uniapravi), la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), la Liga de
Lucha Contra el Cáncer y el Club de Banqueros y Empresarios.
Previo
a su paso por Asobancaria, fue el Director de Análisis Económico (Economista en
Jefe) de Fedesarrollo, Gerente General del programa de Telecomunicaciones
Sociales de Colombia (COMPARTEL) y asesor del Ministro TIC, Gerente de Control
de Gestión, Asistente del Presidente y Economista en Jefe de Telefónica Colombia
e investigador de ANIF. También fue consultor de la CAF, el Banco Mundial y el
PNUD.
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